“La punta del iceberg”. De un museo oculto en Palermo, rescatan un tesoro que su dueño no quiere venderPor Celina Chatruc
“Dios es rarísimo” y “Qué lindo es mirar TV”, dicen dos obras de Federico Manuel Peralta Ramos. “3 rechazados contentos 3″, se lee en el afiche de una muestra suya en la Galería H, que anuncia un “cocktail” inaugural con mate cocido y tortas con grasa para el 9 de diciembre de 1975. Justo al lado hay una escultura de Marta Minujín, con el rostro fragmentado del David de Miguel Ángel. En el resto del living, colgadas del piso al techo, decenas obras de Guillermo Kuitca, Gyula Kosice, Enio Iommi y Luis Felipe Noé, entre muchos otros. Apenas un ejemplo del tesoro que conserva Pedro Roth en su casa de Palermo, un verdadero museo conformado por regalos de sus colegas, colgados hasta en el baño.